EL LIDERAZGO ES SITUACIONAL
Requiere Estructurar las TAREAS y
Desarrollar a las PERSONAS
para lograr RESULTADOS
Los 3 DESCUBRIDORES de la
3ª DIMENSIÓN DEL LIDERAZGO
LOS TRES PILARES DEL
LIDERAZGO
El Modelo 3D, revolucionó la comprensión del liderazgo al añadir una tercera dimensión crucial a los modelos tradicionales (como el de Tarea y Relación).
Eje X, Largo: Orientación a la Tarea.
Eje Y, Alto: Orientación a las Relaciones.
Eje Z, Ancho. La 3ª Dimensión, Efectividad, es la capacidad de moverse con destreza en diversas situaciones para convertirse en un creador de riqueza, para lo que se han de dominar las siguientes habilidades interdependientes: Diagnóstico (saber dónde te encuentras), Adaptación (cambiar de estilo conductual si es necesario), Gestión del Cambio (mantener la posición para modificar el entorno, cuando sea conveniente).
EL SEMINARIO 3-D:
DESARROLLANDO LA EFECTIVIDAD GERENCIAL
Para impulsar el desarrollo de competencias, Bill Reddin creó el Modelo 3D y un seminario centrado en la Efectividad Gerencial. Su propósito fundamental era destruir un mito: No existe un "único estilo mejor" para liderar. Como dijo Tom Burns: “La percepción de que no existe un tipo de sistema gerencial óptimo es el comienzo de la sabiduría administrativa”. Por lo tanto, lo único que realmente importa es la efectividad con la que se aplican los diferentes estilos. Recordemos que la efectividad es el grado en el que un gerente logra los requisitos de salida (los resultados) de su posición en Productividad, Innovación, Desarrollo y Control.
HERRAMIENTAS PARA LA
MEDICIÓN
Para facilitar un feedback objetivo a los gerentes, Reddin desarrolló el Diagnóstico de Efectividad Gerencial (DEG), una herramienta online que clarifica los estilos directivos y la efectividad en su aplicación. Más de un millón de gerentes han respondido al test para su baremación.
El DEG es la base del seminario 3D impartido globalmente, y también sirve para estructurar el programa formativo en España: "LIDERAZGO EFECTIVO: MÁS RESULTADOS CON MENOS DESGASTE".
TRES CAPACIDADES PARA LA EFECTIVIDAD
Para lograr efectividad en un mundo dinámico, la mera intención o la formación básica no bastan. Se requiere dominar tres habilidades nucleares que permean todas las competencias de gestión, tal como se definen en el Modelo 3D:
1. Capacidad de Diagnóstico (Sensibilidad Situacional)
No puedes resolver un problema que no entiendes. Un gerente ineficaz solo ve "gente trabajando". Un gerente efectivo, en cambio, analiza los elementos clave que influyen en el comportamiento y determinan la situación:
La Tecnología: ¿Cómo se realiza el trabajo? (¿Línea de montaje o laboratorio creativo?).
Los Subordinados: ¿Cuáles son sus expectativas, competencias y habilidades?
Los Colaboradores y el Superior: ¿Cuál es el estilo de liderazgo que ellos aplican?
La Organización: ¿Cuál es la cultura y el clima imperantes?
Sin un diagnóstico preciso, el liderazgo es un tiro a ciegas. Aplicar un estilo autoritario a un equipo de expertos autónomos, o ser excesivamente empático en una crisis de producción son recetas seguras para el fracaso. El diagnóstico es la brújula que contrarresta nuestros sesgos cognitivos.
2. Capacidad de Adaptación (Flexibilidad de Estilo)
Una vez diagnosticada la situación, la pregunta clave es: ¿Poseo la gama de comportamientos para responder a ella?
Aquí entra en juego la Flexibilidad, la capacidad de usar diversos estilos de liderazgo según lo requiera la situación (estilos de alta efectividad denominados por Reddin como Burócrata, Autócrata Benévolo, Promotor y Ejecutivo).
Un gerente rígido que se excusa con "Yo soy así y no voy a cambiar" está destinado a una baja efectividad (ejemplificado por los estilos Desertor, Autócrata, Misionero y Conciliador Complaciente o Transacción).
El objetivo es alinear el comportamiento con la demanda real:
Si la situación requiere orden, organice.
Si requiere acción rápida, dirija.
Si requiere desarrollo, dé apoyo.
Si requiere compromiso o innovación, escuche y cree acuerdos win-win.
3. Capacidad de Cambio (Gestión Situacional)
Hay situaciones donde, por muy flexible que sea el líder, su estilo personal tiene límites o la situación es tan tóxica que adaptarse a ella sería un error. En estos casos, en lugar de cambiarse a sí mismo, el líder efectivo debe cambiar la situación.
Un gerente no puede ser víctima de su entorno. Un gerente efectivo tiene la capacidad de alterar el ambiente para que los objetivos se cumplan. Como Director Gerente, si no puedes adaptarte a las reglas del juego, cambia las reglas para favorecer la efectividad. Este es el camino hacia la compleja y fundamental transformación de la Cultura Organizativa.
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